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Sara Herranz, semana 4

El ciclo menstrual afecta a todos los días de nuestro mes, desde que nos baja la regla, pasando por la pletórica fase de ovulación, hasta la tristeza y apatía del síndrome premenstrual. Esta es la historia REAL de mi menstruación ilustrada.

Durante la cuarta semana, me ha bajado la regla. Se cierra el ciclo. A lo largo de este mes me he acercado a mi menstruación como nunca antes lo había hecho. Vosotras me habéis acompañado compartiendo conmigo muchas de vuestras experiencias. Hoy ya no disimulamos los síntomas que sufrimos, hemos perdido el pudor y hemos dejado atrás los días de pedir tampones en público como si se tratase de algún tipo de droga. Podríamos creer que la regla ya no es un tema tabú en nuestro país. Pero los cambios son lentos. En 2018 aún nos encontramos con eufemismos que invisibilizan la menstruación; no vaya a ser que alguien se pueda sentir incómodo con nuestras “cositas de mujeres”, y todavía tenemos que escuchar algún:

- ¿a ti qué te pasa, que estás en “esos días”? - junto a otras preguntas similares que activan, al menos en mi caso, mis peores instintos. La publicidad continúa tiñendo nuestra sangre de azul y nos representa como mujeres naifs que visten ceñidísimos e inmaculados pantalones blancos, bailan la conga o directamente hacen el pino. Como si el primer día de regla fuera una fiesta. Hoy hablamos más de nuestros ciclos hormonales y hemos aprovechado el arte y las redes sociales para crear debates y visibilizar la regla, pero una fotografía que muestra la naturalidad del sangrado menstrual puede llegar a ser censurada y eliminada por la red*.

La sangre no es sucia, es algo natural y un síntoma de que todo está bien.

Hoy soy más consciente de cómo se manifiesta mi menstruación. Entiendo la importancia de registrar mis reglas, pero también de buscar los síntomas y prestar atención a lo que me ocurre el resto de semanas. Es la única forma de saber por qué unos días me siento más optimista y productiva y otros solo quiero pedir por teléfono pollo frito y pegarme un maratón de series. Mi ciclo es parte de lo que soy y observarlo es una forma de entenderme no sólo cómo mujer, también como persona. Porque no, no estamos locas. Solo hormonamos y sangramos todos los meses.


* La fotografía de una mujer tumbada en la cama con la regla fue censurada por Instagram hasta en dos ocasiones por incumplir, supuestamente, la política de la empresa. La obra en cuestión está firmada por la poeta paquistaní Rupi Kaur y forma parte del proyecto Period. La polémica del caso lo convirtió en noticia y la red social acabó reconociendo que había sido un error, permitiendo posteriormente a la artista la publicación del contenido.

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