Corría el año 2017 y yo estaba estudiando un Máster en Madrid. Ese cuatrimestre estaba centrado en fotografía documental, yo acababa de crear un fanzine llamado Girls from today para el anterior módulo de moda y no tenía la cabeza en otra parte que no fuéramos las mujeres.
No me apetecía hacer ningún proyecto que no estuviera relacionado con el feminismo, aunque por esa época (parece que hayan pasado muchísimos años más) yo aún ni me atrevía a llamarlo así: FE-MI-NIS-MO
Ni me acuerdo ya de cómo llegue a toparme con las sesiones teta. Era una época en la que conocía continuamente a gente nueva, hablábamos en los bares de noche y esas cosas que ahora parecen impensables (jeje) supongo que alguien me lo diría una de esas veladas efervescentes.
Primero descubrí su página de Facebook y me puse contacto con su fundadora, una enferma casi jubilada que organizaba cursos de lactancia y a la que se le ocurrió la maravillosa idea. En unos cines de la Vaguada empezó la magia y aun hoy siguen con el proyecto. Se trataba de dar un espacio a las madres de bebés muy pequeños para que se pudieran sentir adultas por un rato e intentar desconectar sin dejar de estar con su dependiente lactante. La programación era para personas adultas y el sonido estaba adecuado para no hacer daño a los bebés.
Me llamaba la atención el sin fin de carros que decoraban la pantalla en fila india, sus caras pegadas a la pantalla, el auto cuando los bebés lloraban, recuerdo un montón de madres con la mirada fija en la película y sin dejar de moverse por los pasillos de la sala.
El primer día me reuní con la enferma, me contó un montón de historias y me acompañó a conocer a las mujeres que ese día habían ido. Los siguientes días ya iba sola y a la hora de preguntarles si podía hacerles fotos ni se inmutaban, su cara de cansancio era inmensa, algunas ni me contestaban. Yo no quería interrumpirles su momento de paz por nada del mundo.
Fui unas cinco o seis veces pero a mi profesor no parecía convencerle mucho mi trabajo, yo no entendía como no podía encontrar fascinante aquel ritual que había descubierto. Lo único que me decía era "tienes que acercarte más mucho más" y pasaba al siguiente alumno a al hora de las revisiones. Trataba de explicarle qué tenía que respetar su descanso y relajación, pero no entendía lo que estaba diciendo.
Propuse que el trabajo sería mucho más interesante si les pedía que me escribieran cómo se sentían y luego poder maquetas fotos y texto todo junto, pero ni me escuchó. definitivamente no tendría que haberle hecho caso y me tendría que haber dejado llevar por mis instintos seguro que ahora tendría algo todavía aún más preciado para mi. Me pregunto si la clase hubiera sido este año le habría pasado tan desapercibido el proyecto. Quizás sí, o no, me da igual. La que lo hubiera vivido de otra forma hubiera sido yo, eso seguro.
El otro día revisando antiguos discos duros me encontré con ellas y me sentí muy orgullosa. Acabo de entrar en su página de Facebook y me ha alegrado saber que la última publicación con la película en cartelera era del 23 de diciembre de 2020, me alegro que a pesar de la pandemia estas mujeres puedan seguir disfrutando de esa hora y media sintiéndose adultas y ellas mismas. Porque sí, esto es verdaderamente importante.